¿Las flores pueden hablar? Descubre el lenguaje secreto de las plantas

Las plantas, seres aparentemente silenciosos, han sido el enigma de muchos estudios científicos a lo largo de los años. Ahora, una investigación realizada por la Universidad de Tel Aviv en Israel ha revelado un sorprendente hallazgo: las plantas emiten sonidos cuando están bajo estrés. Aunque estos sonidos son inaudibles para los humanos, se asemejan a los estallidos de plástico de burbujas y pueden ser detectados a más de 1 metro de distancia, con un volumen similar al de una conversación normal.

Científicos israelíes revelan que las plantas "gritan" ante el estrés

Ejemplar de planta estresada
Planta deshidratada

¿Las plantas pueden sentir dolor?

El estudio se enfocó en plantas de tomate y tabaco que estaban sometidas a diferentes tipos de estrés, ya sea por falta de riego o porque se les había cortado un tallo. Los investigadores utilizaron micrófonos para grabar los sonidos emitidos por las plantas en una cámara acústicamente insonorizada y luego en un invernadero más ruidoso.

El análisis de las grabaciones reveló que las plantas estresadas emiten más sonidos que las sanas, y estos se asemejan a pequeños "pops". Una sola planta estresada puede emitir entre 30 y 50 de estos ruidos por hora, en intervalos aparentemente aleatorios. Asimismo, el algoritmo de aprendizaje automático entrenado por los expertos fue capaz de diferenciar entre las plantas estresadas y no estresadas, así como entre las plantas sedientas y las que fueron cortadas.

Se descubrió que las plantas sometidas a falta de agua emiten sonidos antes de mostrar signos visibles de deshidratación. La frecuencia de estos sonidos alcanza su punto máximo después de 5 días sin riego y luego disminuye gradualmente hasta que las plantas se secan por completo.

Aunque aún no se conoce el mecanismo exacto detrás de estos tonos, los científicos sugieren que podría deberse a la formación y rotura de burbujas de aire en el sistema vascular de la planta, un proceso conocido como cavitación.

Este descubrimiento tiene importantes implicaciones ecológicas y evolutivas. Es posible que otras criaturas hayan evolucionado para oír y responder a estos sonidos. Por ejemplo, una polilla que pretenda poner huevos en una flor o un animal que intente comerse una planta podrían utilizar estos sonidos para orientar sus decisiones.

Además, este nuevo descubrimiento abre la posibilidad de que las plantas utilicen estos sonidos para comunicarse entre ellas y con otros organismos. Estudios previos han demostrado que las plantas pueden cambiar su expresión genética y aumentar la concentración de azúcar en su néctar cuando escuchan los sonidos emitidos por los polinizadores.

En definitiva, el análisis sobre los sonidos de las plantas abre una nueva vía de oportunidades para comprender mejor la comunicación y la interacción en el reino vegetal, demostrando que, aunque a simple vista parezcan silenciosas, las plantas tienen un lenguaje oculto que aún tenemos mucho por descubrir.

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